- Área: 50000 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Eduardo Calvo Santisbón
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Proveedores: Cemex, Chukum, Construlita, Mosaicos La Peninsular
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de reactivación de la antigua Hacienda San Antonio Chablé para un nuevo uso de hotelería comprendió la restauración y adaptación de los edificios patrimoniales que componen el casco principal de la hacienda, así como los espacios abiertos, plazas y jardines en torno a ellos. La hacienda, cuyos primeros registros obtenidos datan del año 1813, comenzó como encomienda maicero/ganadera y posteriormente de producción henequenera.
En orden de antigüedad, el conjunto hacendario es conformado por una plaza en torno a la cual se ubican la casa principal, la casa del administrador, los huertos y sus canales de riego, los corrales ganaderos, la casa de máquinas para el desfibrado del henequén, los patios de tendido y un portal de acceso de estilo ecléctico, rodeados a su vez por asentamientos de viviendas de capataces y trabajadores.
La restauración.
La casa principal presentaba graves problemas estructurales en gran parte del edificio, cuyos arcos y techumbres corrían el riesgo de colapsar debido a años de lluvias estancadas y un deficiente sistema de drenaje pluvial. Para rescatar las estructuras de un inminente colapso se utilizaron los sistemas constructivos originales, aprovechando los nuevos elementos restituidos para incorporar nuevas tecnologías de iluminación, voz y datos acordes al nuevo uso del conjunto. El semisótano y arcadas inferiores, que alojaban bodegas de granos en las primeras etapas de la hacienda, fueron de igual manera restaurados y consolidados para nuevas actividades.
Mientras que en algunos espacios y edificios se restauró el sistema constructivo original, en otros casos el criterio de intervención contempló el conservar y consolidar los espacios en ruinas para evidenciar el paso del tiempo, la acción de la naturaleza y el valor histórico del lugar.
En los espacios exteriores como plazas, corrales y huertos se llevó a cabo un rescate del paisaje vegetal, ya que años de abandono los mantenían bajo una espesa capa de maleza, impidiendo el desarrollo normal de árboles existentes y afectando el espacio para cultivo local para el nuevo uso. En ese sentido fueron integradas más de 3000 nuevas plantas tanto de ornato como de consumo.
Como parte del conjunto del casco principal se encontró un cenote. Mediante un equipo multidisciplinar se llevó a cabo la limpieza y rehabilitación de los flujos naturales del mismo, generando así el corazón e imagen del nuevo hotel.